El estudio de las propiedades textuales es fundamental para comprender cómo los textos logran ser comunicativamente efectivos. Estas propiedades permiten que el texto no solo sea claro, comprensible y lógico, sino también adecuado a su contexto. Entre las propiedades más importantes están la adecuación, la coherencia y la cohesión.
1. Adecuación
La adecuación es la capacidad de un texto para ajustarse a la situación comunicativa. Un texto es adecuado cuando está bien adaptado a las características de los interlocutores, el propósito de la comunicación y las circunstancias en las que se produce. La adecuación permite que el mensaje sea comprendido de manera óptima por los receptores.
Factores que influyen en la adecuación:
1. Contexto situacional:
- El texto debe responder al momento y al lugar en el que se produce la comunicación. Por ejemplo, un discurso académico tendrá un tono más formal que una conversación entre amigos.
2. Interlocutores (emisor y receptor):
- Es esencial considerar las características del destinatario, como su edad, nivel de conocimiento, intereses, etc. Un texto que no está adaptado al público puede generar incomprensión o incluso rechazo.
3. Registro lingüístico:
- Según la situación comunicativa, se utilizará un registro formal o informal. El registro incluye aspectos como el tipo de vocabulario, el uso de expresiones idiomáticas y el nivel de cortesía.
4. Canal o medio de comunicación:
- El canal utilizado (oral, escrito, digital) influye en la forma en que se presenta el mensaje. Por ejemplo, un mensaje de texto suele ser más breve y directo, mientras que un correo electrónico profesional exige mayor formalidad y precisión.
Ejemplos de adecuación:
- Un artículo periodístico sobre tecnología dirigido a expertos en el área utilizará un lenguaje técnico, mientras que uno dirigido a un público general explicará los términos de manera sencilla y comprensible.
- En una entrevista de trabajo, el candidato empleará un lenguaje más formal y cuidará su expresión, a diferencia de cómo hablaría en una reunión informal con amigos.
2. Coherencia
La coherencia es la propiedad que hace que el texto tenga un sentido completo y que todas sus partes contribuyan a la construcción de un significado global. Un texto coherente es aquel en el que las ideas se desarrollan de manera ordenada, lógica y relacionada con un tema central.
Tipos de coherencia:
1. Coherencia global:
- Se refiere al sentido general del texto, que está determinado por el tema principal o la idea central. Todas las partes del texto deben estar orientadas hacia ese tema y no incluir información irrelevante.
2. Coherencia lineal:
- La coherencia lineal asegura que cada oración y párrafo se relacionen con los que le preceden y le siguen, formando una secuencia lógica de ideas. La progresión de un texto se da de forma natural, sin saltos abruptos.
Estrategias para lograr coherencia:
- Estructura lógica: El texto debe estar organizado de tal manera que siga un patrón lógico. Por ejemplo, un ensayo argumentativo debe comenzar con una introducción clara del tema, luego presentar los argumentos en favor de la tesis y finalizar con una conclusión que resuma los puntos clave.
- Unidad temática: Todo el contenido del texto debe estar vinculado con el tema principal. Incluir ideas que no tengan relación con el tema rompe la coherencia y puede causar confusión en el lector.
- Relaciones lógicas: Utilizar mecanismos como la causa-efecto, la secuenciación temporal o la comparación ayuda a conectar las ideas de forma coherente.
Ejemplos de coherencia:
- En un artículo científico sobre el calentamiento global, la introducción expone el problema, el desarrollo describe sus causas y consecuencias, y la conclusión propone soluciones. Cada parte del texto está claramente relacionada con la idea central: el calentamiento global.
- Un cuento coherente mantiene una secuencia temporal en la narración. Si el personaje principal se encuentra en un lugar en una escena, debe haber una explicación lógica de cómo llegó allí si en la escena anterior estaba en un lugar diferente.
3. Cohesión
La cohesión es la propiedad que hace que las distintas partes de un texto estén correctamente conectadas entre sí. Mientras que la coherencia se refiere al sentido del texto, la cohesión se refiere a los mecanismos lingüísticos que permiten que ese sentido se mantenga, utilizando recursos gramaticales y léxicos para enlazar las oraciones y párrafos.
Mecanismos de cohesión:
1. Conectores textuales:
- Los conectores o marcadores discursivos son palabras o expresiones que establecen relaciones entre las ideas. Pueden ser de adición (además, también), contraste (sin embargo, no obstante), causa (porque, debido a), consecuencia (por lo tanto, en consecuencia), entre otros.
2. Referencia pronominal:
- El uso de pronombres personales, demostrativos o relativos permite evitar la repetición innecesaria de nombres o conceptos, al tiempo que conecta las ideas. Ejemplo: «Juan salió temprano. Él tenía una reunión importante».
3. Elipsis:
- La elipsis consiste en omitir elementos que se sobreentienden en el contexto. Esto no solo evita redundancias, sino que también agiliza el texto. Ejemplo: «María tomó el examen, y Pedro también (lo tomó)» omite la última parte porque el lector ya sabe de qué se trata.
4. Repetición léxica:
- Repetir ciertas palabras clave a lo largo del texto es una estrategia para mantener la cohesión temática. La repetición controlada refuerza el tema central y asegura que el lector no pierda el hilo de la exposición.
5. Sustitución léxica:
- Consiste en el uso de sinónimos o expresiones equivalentes para evitar la monotonía sin perder la referencia al tema central. Por ejemplo: «El clima está cambiando. Este fenómeno afecta a muchas especies».
Ejemplos de cohesión:
- En un texto sobre el cuidado del medio ambiente, la frase «El reciclaje es una de las mejores soluciones para reducir la contaminación. Esta práctica ayuda a disminuir el consumo de recursos naturales» usa un pronombre demostrativo para conectar las oraciones.
- En un informe académico, conectores como «por tanto», «además» o «en cambio» se utilizan para vincular diferentes argumentos y evitar que el texto sea una mera lista de ideas sin relación.
Relación entre Adecuación, Coherencia y Cohesión
Las tres propiedades textuales no funcionan de manera aislada, sino que se complementan para crear un texto que sea eficaz desde el punto de vista comunicativo. Un texto puede estar bien estructurado y utilizar mecanismos de cohesión, pero si no es adecuado al contexto y destinatario, su eficacia será limitada. De la misma manera, un texto adecuado pero incoherente o sin cohesión tampoco logrará transmitir el mensaje de manera clara.
1. La adecuación se encarga de que el texto sea apropiado para la situación comunicativa.
2. La coherencia asegura que el texto mantenga una estructura lógica y una unidad temática.
3. La cohesión proporciona los recursos lingüísticos necesarios para que el texto esté bien conectado.
Ejemplo de interacción:
Un discurso político (adecuado a su audiencia y contexto) que sigue un esquema claro (coherente) y utiliza pronombres y conectores para enlazar ideas (cohesionado) será mucho más persuasivo y efectivo que un texto que no cuide estos aspectos.
Conclusión
Para que un texto sea efectivo, debe cumplir con las propiedades textuales de adecuación, coherencia y cohesión. La adecuación asegura que el mensaje sea apropiado para su destinatario y el contexto, la coherencia garantiza que las ideas se desarrollen de manera lógica y consistente, y la cohesión conecta las distintas partes del texto mediante recursos lingüísticos. Cuidar estas propiedades es esencial para lograr una comunicación clara y precisa.